Historia
Rabobank comenzó como un grupo de pequeñas cooperativas de crédito fundadas por agricultores. Su espíritu emprendedor y su mentalidad cooperativa nos han guiado a lo largo de nuestros 125 años de historia.
Cómo empezó todo
A finales del siglo XIX, los agricultores y horticultores holandeses querían modernizarse pero tenían dificultades para conseguir créditos. Así que decidieron crear cooperativas de crédito. Estos bancos cooperativos tuvieron un gran éxito. Los agricultores podían pedir dinero prestado a una tasa de interés razonable, y su producción y rendimiento aumentaron gracias a estas inversiones. Todo ello fue posible gracias a los ahorros de los agricultores que tenían una buena posición económica. Otros ciudadanos también se beneficiaron. Muchas personas llevaban sus ahorros a los bancos de préstamos de los agricultores y recibían una buena tasa de interés. Las cooperativas trabajaban a nivel local y necesitaban un banco central que las apoyara en diversos ámbitos. Por eso, en 1898 fundaron dos organizaciones globales: el Coöperatieve Centrale Raiffeisen-Bank de Utrecht y el Coöperatieve Centrale Boerenleenbank de Eindhoven. En 1900, unos 67 bancos cooperativos de crédito agrícola eran miembros de una de las dos organizaciones centrales.
De un banco de crédito agrícola a un banco para todos
A partir de los años 50, los bancos de préstamos a los agricultores empezaron a acoger también a empresarios no agrícolas y a particulares. Para entonces, había más de 1.300 Rabobank locales. Se convirtieron en proveedores de servicios financieros generales, ya no sólo de ahorro y crédito agrícola. Los clientes podían acudir a los bancos para obtener préstamos, hipotecas sobre viviendas, financiación de empresas, servicios de pago y seguros. Mientras tanto, la automatización permitió nuevas formas de pago, como las transferencias bancarias, los créditos bancarios y los cheques. La base de clientes se ampliaba rápidamente. Los Rabobank locales abrieron cada vez más sucursales en las grandes ciudades y en las nuevas zonas residenciales. Todo el mundo tenía una sucursal de Rabobank en algún lugar cercano. Este es el nombre que está grabado en las fachadas de los edificios desde 1972, tras la fusión de los dos bancos centrales en Rabobank Nederland.
Un "almacén financiero" mundial
La comunidad empresarial holandesa siguió creciendo rápidamente en los años 70 y 80, y también lo hizo la prestación de servicios de Rabobank a las empresas. El banco se convirtió en el principal banquero de muchas grandes organizaciones. Había filiales y empresas asociadas para servicios específicos, como Interpolis (para seguros), De Lage Landen (para arrendamientos) y Robeco (para gestión de activos). Poco a poco, el Grupo Rabobank se convirtió en un "almacén financiero" con una completa cartera de servicios. A partir de principios de la década de 1980, Rabobank se expandió al otro lado de la frontera. Abrió sucursales en Fráncfort y Nueva York y adquirió bancos minoristas en zonas rurales de todo el mundo, como en Australia, Estados Unidos (California), Brasil y Chile. En 2006, Rabobank tenía sucursales en 42 países. De este modo, la entidad pasó de ser un banco puramente holandés a convertirse en un proveedor de servicios financieros internacionales, centrado en el sector agroalimentario.
La era digital
Los avances tecnológicos cambiaron la forma en que los clientes pagan y realizan sus operaciones bancarias. La tarjeta de débito y el cajero automático fueron los primeros en aparecer, seguidos más tarde por el terminal de pago y la realización de compras con tarjetas de débito en las tiendas. La banca por Internet se introdujo a finales de los años 90. Rabobank fue uno de los primeros bancos que puso a disposición sus productos y servicios a través de canales online. El número de sucursales de Rabobank empezó a disminuir en el año 2000, ya que los clientes podían organizar cada vez más sus asuntos bancarios en línea. Hoy en día, los clientes tienen un acceso rápido a los servicios financieros, día y noche, gracias a la aplicación Rabo Banking.
Un Rabobank, una cooperativa
En 2021, Rabobank operaba en 37 países, con unos 8,9 millones de clientes en los Países Bajos, de los cuales 2 millones son socios. Éstos podían hacer contribuciones a la política a través de los Consejos de Socios, como corresponde a un banco cooperativo que tiene fuertes vínculos con las comunidades locales. Desde el principio hasta hoy, Rabobank ha seguido siendo un banco socialmente comprometido. Los Rabobank locales contribuyen a crear comunidades fuertes y habitables en municipios y regiones, y en todo el mundo Rabobank ayuda a los clientes rurales a seguir innovando y a ser más sostenibles. Así es como estamos convirtiendo nuestra misión en realidad: Cultivar juntos un mundo mejor.